Agustín Ibarrola engrosa la lista de grandes autores que han posicionado el Cubismo como una de las disciplinas artísticas más influyentes. De hecho, el artista vasco lo define y defiende como «el movimiento más influyente en el Arte de la Vanguardia».

Dos de los principales representantes del Cubismo, así como sus creadores, son Georges Braque y Pablo Picasso.

Y amigo del autor de la genial obra ‘Guernica’, fue el pintor Daniel Vázquez Díaz, quien por generación y por estética, comulgó con un post-cubismo, cuyo credo artístico quedó grabado en uno de sus alumnos aventajados: Agustín Ibarrola.

De esta forma, las obras de Agustín Ibarrola mantienen encendida la llama de las distintas vertientes de una de las ramas artísticas más prolíficas del Arte, así como de los grandes artistas que convirtieron la técnica del Cubismo en Arte.

Considerado un artista entre el realismo y el cubismo —también denominado por otros como neocubismo- Daniel Vázquez Díaz (Aldea de Río Tinto —actual Nerva—, 15 de enero de 1882-Madrid, 17 de marzo de 1969) fue un retratista y paisajista sobresaliente.

Dentro de su producción artística, destaca la decoración mediante frescos de unas salas del Monasterio de La Rábida, Palos de la Frontera, como una alegoría de carácter muy personal del descubrimiento de América.

Considerado una figura clave en la pintura española de mediados del siglo XX, se convirtió en una referencia para los pintores renovadores o vanguardistas de la época y para muchos investigadores actuales.

Y como decimos, Agustín Ibarrola gozó de las enseñanzas de sus competencias artísticas.

La obra de Vázquez Díaz se encuentra repartida por todo el mundo y tras su fallecimiento ha sido objeto de retrospectivas en importantes pinacotecas.

Pablo Picasso, el autor del Cubismo

Sin embargo, uno los artistas cubistas por excelencia (de cuyas fuentes artísticas también bebió Agustín Ibarrola) es Pablo Ruiz y Picasso (1881-1973).

Considerado el mejor artista del siglo XX, era único como inventor de formas, innovador de estilos y técnicas, maestro de diversos medios y como uno de los artistas más prolíficos de la historia: creó más de 20.000 obras.

En 1907, conoció Georges Braque a Picasso, juntos vieron una nueva geometrización de la forma y nuevas relaciones espaciales que se convertirían en la base del Cubismo.

Georges Braque (1882-1963), nació el 13 de mayo de 1882. De 1902 a 1904 Braque fue a París para estudiar en la Academie Humbert y luego en la Ecole des Beaux-Arts (Escuela de Bellas Artes) en el estudio de Leon Bonnat.

Sus primeras obras tenían suaves motivos ondulantes y colores brillantes. Creadas entre 1903 y 1905, estaban bajo la influencia André Derain, Henri Matisse y Maurice de Vlaminck.

Impulsado por su estrecha asociación con Picasso, cuyo «Les Demoiselles d’Avignon» ha sido llamado «la primera pintura del siglo XX», Braque transformó radicalmente su estilo.

Un nuevo Cubismo, el analítico

Picasso y Braque inventaron el Cubismo Analítico, un nuevo método completamente ilusorio y no imitativo para representar el mundo visual.

Cuando Juan Gris (1887 -1927) fue a París en 1906, conoció a Pablo Picasso y Georges Braque, los dos máximos representantes de esta tendencia.

José Victoriano González-Pérez, o como prefería ser llamado, Juan Gris, fue junto a Picasso y Braque uno de los líderes del movimiento cubista.

Nacido en la clase media madrileña, emigró joven a París para probar suerte en esto del arte y de paso evitar el servicio militar. En esos primeros años parisinos, subsistió dibujando para pequeñas publicaciones.

En 1910 se metió de lleno en la pintura y se dedicó entre otras cosas a trabajar la técnica del papier collé, es decir, recortes de cartón y papel, muchas veces de periódicos, que se pegan sobre el lienzo para combinarse con el pigmento. Esa fue su marca de identidad y su principal aportación al Cubismo, que también ha empleado Agustín Ibarrola en sus obras. Véase aquí un ejemplo.

Las primeras pinturas cubistas de Gris aparecieron en 1912, ahí fue su salto a la cima. Luego, de 1922 a 1924, diseñó escenarios para dos ballets del productor ruso Sergey Diaghilev, ‘Les Tentations de la Bergère’ (La Tentación de la Pastora) y ‘La Colombe’ (La Paloma). Sus principales obras cubistas son naturalezas muertas, como su obra ‘Violin and Guitar’ y ‘The Open Window’.

El suyo fue un cubismo, por cierto, mucho más estilizado y suave que el de sus dos compañeros.

Con el tiempo se distanció de Picasso y se le acusó de no evolucionar demasiado en cuanto a su pintura. Continuó siendo fiel al cubismo, aunque dandole un poco más de color a la cosa.

Moriría de insuficiencia renal con 40 años en Francia, país que ya lo había adoptado como uno de sus artistas. En España apenas se reconoció su obra. Incluso hoy su producción tiene escasísima presencia en los museos públicos.

Del Fauvismo al Cubismo

Marcel Duchamp (1887-1968) fue otro destacado cubista. Con una pequeña pero controvertida producción, ejerció una fuerte influencia en el desarrollo del arte vanguardista del siglo XX.

Después de realizar varias obras en el modo actual de Fauvismo, recurrió a la experimentación y la vanguardia, produciendo su obra más famosa, ‘Nude Descending a Staircase’ en 1912; al retratar el movimiento continuo a través de una cadena de figuras cubistas superpuestas.

Uno de los principales promotores de las esculturas en el cubismo fue Alexander Archipenko (1887-1964). Nacido en Ucrania, vivió en París, en Berlín desde 1921 hasta 1923; y convirtió los Estados Unidos en su hogar, donde enseñó y dio conferencias en varios colegios y universidades. De 1939 a 1955 condujo una escuela privada de bellas artes en la ciudad de Nueva York.

Basado en las concavidades y espacios negativos o vacíos, Archipenko fue innovador en cuanto a su estilo, pues pasó de las obras y figuras abstractas a esculturas con estilo cubistas.

Y Fernand Léger (1881-1955) junto con su compatriota Georges Braque y el pintor español Pablo Picasso, jugó un papel importante en el desarrollo y la difusión del Cubismo. Originario de Argentan, Francia, también influyó en el constructivismo y el cartel comercial moderno.

A partir de 1910, fue un destacado expositor y miembro del Salon des Indépendants. La mayoría de sus primeros cuadros eran de carácter cubista, como en ‘Desnudos en el bosque’.