Agustín Ibarrola y el equipo Ibarrolaart quiere trasladar la familia de Luis Sepúlveda sus más sinceras condolencias por su pérdida, pero ante todo, queremos agradecer al gran escritor chileno las palabras que dedicó a la obra de Agustín Ibarrola en el relato ‘Historias Marginales’ y recordar que la admiración es mutua.

Un seguidor de Agustín Ibarrola nos ha mandado el texto en el que Sepúlveda cita la obra del artista vasco. A él también va destinado este post.

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Luis Sepúlveda y Agustín Ibarrola, dos artistas convergentes

Fabulador, ecologista y disidente, el gran autor chileno coincidía con Agustín Ibarrola en su reivindicación social, la protesta por cualquier tipo de abuso político o de los poderes fácticos, además de por su magistral obra.

En referencia a Agustín Ibarrola, Luis Sepúlveda escribió: “He visto la obra de muchos pintores y –perdón– hasta ahora desconozco el estremecimiento emocional que –además de ‘El Grito’, de Munch– puede causar una pintura.

Me he enfrentado también a innumerables esculturas, -prosigue- y sólo en las de Agustín Ibarrola he encontrado la pasión y la ternura expresadas con un lenguaje que nunca alcanzarán las palabras. Supongo que he leído unos mil libros, pero jamás un texto me pareció tan duro, enigmático, bello y al mismo tiempo lacerante como aquel escrito sobre la superficie de una piedra”.

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“Ignoro cuánto tiempo permanecí frente a esa piedra -prosigue Luis Sepúlveda-, pero a medida que la tarde caía, vi otras manos repasando la inscripción para evitar que la cubriera el polvo del olvido:

Una rusa, Vlaska, que frente a la seca osamenta del Mar de Aral, me contó de su lucha por impedir la locura que culminó con la muerte de un mar lleno de vida; un alemán, Friederich Niemand –Federico Nadie–, al que declararon muerto en 1940, y que hasta 1966, gastó suelas de zapatos visitando ministerios y templos burocráticos para demostrar que estaba vivo; un argentino, Lucas, que hastiado de discursos hipócritas se decidió a salvar los bosques de la Patagonia andina sin otra ayuda que la de sus manos; un chileno, el profesor Vásquez, que en un exilio que jamás comprendió soñaba con sus viejas aulas de clases y despertaba con los dedos llenos de tiza; un ecuatoriano, Vidal, que soportaba las palizas de los terratenientes encomendándose a Greta Garbo.

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Una uruguaya, Camila, que a los setenta años decidió que todos los muchachos perseguidos eran sus parientes; un italiano, Giuseppe, que llegó a Chile por error, se casó por error, tuvo a sus mejores amigos por error, fue feliz a causa de otro error enorme y reivindicó el derecho a equivocarse; un bengalí, Mister Simpah, que ama los barcos y los conduce al desguace repitiéndoles las bellezas de los mares que surcaron; y mi amigo Fredy Taberna, que se enfrentó a sus asesinos cantando…”.

Y hasta aquí las palabras de Luis Sepúlveda sobre la obra de Agustín Ibarrola.

No olvidaremos ese reconocimiento porque sabemos que era totalmente sincero; de ahí, su gran valor. Y estremecidos, recordamos a todas las personas fallecidas por el coronavirus SARS-2 COVID-19 como Luis Sepúlveda, y mandamos un cálido mensaje de apoyo y os animamos al resto de las personas confinadas para que aguantéis un poquito más, que ya queda menos.

Desde nuestra ventana digital, Agustín Ibarrola e Ibarrolaart seguiremos trabajando para despejar, o pintar, cualquier piedra que podáis encontrar por el camino hacia la normalización de nuestras vidas.

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