La concepción de Agustín Ibarrola del Arte como vía de expresión de un Gran Ideal Social vuelve a sorprender y esta vez lo hace en el Artium. En el núcleo de la exposición actual del Museo de Arte contemporáneo de Vitoria-Gasteiz, ‘Zeru Bat, Hamaika Bide. Prácticas Artísticas en el País Vasco entre 1977 y 2002’, el sello del maestro Ibarrola brilla gracias a su obra ‘Paisajes de Euskadi’.

‘Zeru Bat, Hamaika Bide. Prácticas Artísticas en el País Vasco entre 1977 y 2002´ vincula prácticas artísticas, manifestaciones culturales y procesos históricos desarrollados en un periodo de 25 años caracterizado por grandes hitos políticos, sociales y culturales. Y en este contexto, no podía faltar la obra de Agustín Ibarrola.

Más de medio siglo después de que el polifacético artista vasco asombrara al mundo con sus ‘Paisajes de Euskadi’, toda la fuerza del Ibarrola escultor se concentra en la serie de grabados reconocidos por todos los especialistas como lo mejor de la producción gráfica del artista vasco.

Manifiesto de Arte Eterno

‘Paisajes de Euskadi’ fue en su momento un manifiesto de valentía contra el régimen del general Franco y retrato en blanco y negro de una realidad bien distinta de la que inventaban los artistas adictos al sistema.

Sin embargo, aún más duro fue para Agustín Ibarrola que, con el advenimiento de la democracia, nuevos liberticidas lo situaron en su diana, fascistas del siglo XXI, nacionalistas intolerantes que también amenazaban con matarlo.

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Los totalitarismos de uno y otro signo, que obligaron a Agustín Ibarrola a vivir permanentemente acompañado de escoltas, son el objetivo de esta serie de grabados. Arte como vía de expresión de un ideal que cobra tanta o más fuerza que la más eficaz de las armas.

Mensajes de libertad en blanco y negro como gritos desesperados y recurrentes a la búsqueda de un gesto de solidaridad. Porque sólo los seres humanos tienen la posibilidad de acabar con la injusticia que ellos mismo se empeñan en perpetuar.

Y la selección del Artium vuelve a reunir las mejores obras de aquella serie impactante del maestro vasco.

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El punto de partida de ‘Zeru bat, hamaika bide’ es 1977, año que da inicio a un periodo de grandes hitos políticos, sociales y culturales. La exposición, cuyo ámbito de estudio se extiende a lo largo de más de dos décadas, concluye en 2002, año de apertura del Museo Artium.

Vinculando prácticas artísticas, manifestaciones culturales y procesos históricos, la muestra aborda, entre otras cuestiones, los procesos de institucionalización que tienen lugar en el periodo´apuntado, algo sobre lo que Agustín Ibarrola sabe mucho.

La participación de artistas en la configuración de las políticas culturales, los cruces entre prácticas artísticas y movimientos sociales, la toma de conciencia feminista, o las tensiones entre lo local y lo global en los debates del arte que afloran al final del siglo XX hace de hilo conductor en ‘Zeru bat, hamaika bide’.

La muestra se plantea como una narrativa abierta, inclusiva y en continua construcción, que reúne más de un centenar de obras de arte, documentos y materiales de archivo en las salas del Museo, trazando un recorrido por la pluralidad de manifestaciones surgidas en el cuarto de siglo que abarca el proyecto.