Estas navidades igual te regalan una obra de arte. Es algo muy valioso que debes mimar y cuidar de forma muy específica para conservarlo en un buen estado y convertirlo en tu amuleto, así que hoy compartimos contigo una serie de pautas para mantener tus joyas artísticas intactas. Con estos cuidados, seguro que se revalorizan.

Como preámbulo, resulta básico adoptar medidas a la hora de transportar tus recién adquiridas ‘joyas‘. La mayoría de daños o accidentes suele tener lugar en su transporte a galerías, salas de subasta, etc.

Para evitar cualquier contratiempo, recomendamos contratar a los mejores especialistas para embalar y transportar las obras, que cuenten con un buen seguro con las garantías adecuadas para el transporte eficiente de obras de arte o antigüedades. Y cuelga tus obras de arte cuanto antes.

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1. Aleja tus obras de arte de fuentes de calefacción o aire acondicionado

Ya tienes tus obras en tu casa, así que conviene empezar a adoptar precauciones. En primer lugar, deberías seleccionar bien un lugar donde exhibirlas, el lugar perfecto. Tómate tu tiempo y busca una ubicación que cumpla una serie de parámetros como que se encuentre alejada tanto de la luz directa del sol como de cualquier otro tipo de fuente de calor.

En este punto también se debe tener muy en cuenta la importancia de proteger las antigüedades de la luz ultravioleta porque de lo contrario, podría dañarlas.

Una buena solución será cubrirlas para evitar los efectos negativos y peligrosos de la luz para este tipo de obras de arte. Por otra parte, si pensamos irnos de casa o del lugar en que vayamos a dejar las obras durante bastante tiempo quizá (siempre teniendo en cuenta su valor) la mejor opción será trasladarlas a un lugar especializado.

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2. Evita condensaciones

Para frenar un desgaste prematuro, has de evitar colocar tus joyas artísticas en las paredes exteriores de la vivienda, ya que la temperatura entre el interior y el exterior será distinta, lo que provocará la condensación.

Debes saber que las alteraciones de temperatura, sobre todo si son muy bruscas, pueden causar muchísimos daños a una antigüedad u obra de arte.

Por ejemplo, si se trata de cuadros y se expande la madera, también se expandirá el lienzo debido al cambio de temperatura, con lo que se podrían producir daños fuertes en la pintura, en la obra de arte o en la antigüedad si no se toman las medidas adecuadas para evitarlo.

3. Di no a los ambientes húmedos

Ten muy presente siempre que la humedad relativa no debería bajar del cuarenta por ciento, ni tampoco subir del sesenta y cinco por ciento.

Si se trata de obras de arte que han sido pintadas al óleo o están revestidas en cera, nunca se deben exponer al sol ni tampoco a luces artificiales que sean especialmente intensas si queremos evitar accidentes.

4. Luz solar, la enemiga

Los rayos ultravioleta son capaces de dañar algunos colores incluso en muy poco tiempo, así que no expongas tus pinturas y antigüedades a este tipo de luz. Las pinturas al agua también se deben proteger de la luz solar. Aunque se pueden colocar en lugares en los que entre el sol, recomendamos siempre instalar cristales con filtro para protegerlas.

Es por todo ello que las recomendaciones básicas para el cuidado de antigüedades inciden en que la temperatura nunca debe ser mayor de veinte grados.

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5. Adecuada iluminación

Si colocas focos que iluminen de forma permanente al cuadro, mejor que sean de luz fría, así no añadirán luz y calor extra, que los podría dañar.

Lo ideal es una iluminación indirecta, así evitarás los brillos que da el barniz protector de la pintura. Te recomiendo ponerla a 2 metros de distancia de la obra.

6. Libres de humos y contaminación

Al colgar tus pintura sobre una chimenea, en pocos años observarás cómo se oscurecen sus colores.

Cuando colocas un cuadro en la cocina, los humos y grasas al cocinar se depositarán en la superficie del cuadro.

Si aún así eliges estas zonas, protége tus cuadros enmarcándolos con cristal.

7. Mantenimiento, limpieza periódica y restauración

Para la limpieza periódica del cuadro, lo mejor es emplear un plumero suave, que retire el polvo de la superficie. Nunca un limpiador doméstico para el cuadro y menos si van en medio acuoso.

Tampoco son recomendables los métodos domésticos tradicionales de limpieza (patata, cebolla, etc.). A la larga son desastrosos, así como los limpia-pinturas que venden en comercios. Te arriesgas a quedarse sin cuadro.

De hecho, es menos dañino el polvo y la suciedad que una limpieza demasiado agresiva. Es mejor confiar la restauración de tus obras de arte a profesionales de prestigio. No hagas experimentos de los que luego te arrepientas.

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8. Enmarcación profesional

Como ya te hemos recomendado, lo mejor es colgar los cuadros cuanto antes, ya que los que permanecen en el suelo quedan bonitos en las fotos de revista, pero es el medio más rápido de que sufran golpes, roces y caídas.

Enmarca con un cristal las pinturas al pastel, acuarela, témpera y dibujos en general. Si además puede emplear un paspartout o fondo de papel, libre de acidez, mejor.

En el caso de óleos y acrílicos, evita el cristal, que además puede favorecer la aparición de hongos en zona húmedas y ocasionan brillos y reflejos molestos.

9. Colocación con sentido común

Si la obra de arte es un cuadro o algún elemento artístico que queremos fijar a una pared resulta básico seleccionar unos buenos anclajes de calidad para ubicar los marcos con cuidado sin dañar las piezas y evitando cualquier tipo de accidentes.

Por supuesto, nunca se deben ubicar obras de arte a la altura de los respaldos de sillas porque será muy sencillo dañarlos y recomendamos también instalar topes en el suelo para las puertas para así evitar cualquier tipo de contratiempo.

10. Almacénalas con criterio

Por último, si tenemos obras de arte almacenadas o guardadas también debemos tomar algunas medidas de seguridad para mantener estas antigüedades en un óptimo estado.

En el caso de los cuadros será muy importante apilarlos marco contra marco de forma eficaz. Asimismo, las obras de arte no deben dejarse nunca en el suelo sino que habrá que guardarlas al menos diez centímetros por encima de ésta para poder evitar cualquier tipo de accidente si hay algún escape de agua.